Este sistema de algoritmos monitorea el
comportamiento del flujo del líquido en las tuberías y detecta
instantáneamente la anomalía, evitando el desperdicio de grandes
cantidades de litros de agua conforme el paso del tiempo.
La técnica fue posible debido a que los
expertos modelaron una ecuación matemática que representa el
comportamiento de una tubería en óptimas condiciones. Posteriormente, el
grupo de expertos comparó lo que sucede en una tubería real, contra la
predicción previa del software.
Sin fuga, ambos comportamientos son muy
parecidos; al ocurrir ésta habrá una discrepancia. Posteriormente, una
terminal (computadora) señala la ubicación e intensidad de la fuga.
La tecnología desarrollada por la
doctora Begovich Mendoza, podría sustituir a los actuales sistemas de
detectores basados en el ultrasonido, y cuyo principal problema reside
en que el tiempo empleado es mayor en comparación al sistema
informático.
El proyecto de investigación, que cuenta
con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Nacional y el
Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del estado de Jalisco, sigue en
desarrollo debido a que diversos factores pueden variar los resultados
deseados.
Al respecto, la doctora Begovich Mendoza
indicó que actualmente se estudian factores como temperatura,
viscosidad, densidad, elasticidad del tubo, fricción, régimen de gasto e
inclinación para optimizar este sistema informático.
Finalmente la investigadora refirió que
las potencialidades del software podrían aprovecharse para otras
utilidades, como la detección de anomalías en ductos de petróleo y gas.