La principal razón de la reducción de emisiones en la Unión Europea el año pasado fue por la disminución del uso de combustibles fósiles para generación de energía, la industria y el transporte, según la Agencia Ambiental Europea. Dentro de los 15 países de la Unión que están comprometidos con el protocolo de Kyoto, se lograron reducir las emisiones en un 1.3% con respecto al 2007.
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