Cuando se habla de ser ético y que debemos tener conciencia social, no es algo que deba entenderse por algo que nos requerirá un esfuerzo sobrehumano, que nos complique las actividades cotidianas o que tengamos que ir pregonando la causa ecológica como si fueramos el estereotipo tan gastado de un hippie frustrado, semi idealista de causas perdidas o iluminado evangelizador.
Ser responsable socialmente es cuestión de civilidad. Solo un buen ciudadano se preocupa por su entorno, el de su comunidad y por ende de su país. Recordemos que un ciudadano es un ser "civilizado" (entendiéndose por alguien que vive y comparte una forma de vida y su visión en una comunidad organizada políticamente) es alguien que dejó la barbarie y se comporta con un grado de conciencia tal, que sabe perfectamente de su rol en la sociedad y que es conciente y responsable de todos sus actos. Y esto no implica un cambio extraordinario.
Es más; de lo anterior, agregaría: no es un cambio realmente, sinó lo que debiera ser. Se supone, que somos parte de sociedades civilizadas y por consiguiente no es cosa de otro mundo exigir a nuestros gobiernos y a nosotros mismos ser personas con criterio ecológico.
Entonces, aquello de barrer tu sector de banqueta de la calle de tu casa, recoger los pastelitos de tu perro cuando lo sacas a pasear, tirar el papelito del chicle en un bote de basura, no lavar tu coche a manguerazo de agua o estacionarte a la brava sobre jardineras o peor aún tirar la basura de tu casa en un terreno público o glorieta no son cosas que requieran mucho esfuerzo o un cambio radical en nuestras vidas... un buen lugar para vivir lo hace la calidad de su gente... entonces
¿Qué tipo de ciudadano eres?
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