El personal de la dependencia acudió a un domicilio particular, en atención a una denuncia ciudadana, donde encontró 17 ejemplares de tortuga terrestre, cuyos caparazones estaban decorados con pintura de aceite.
Estos animales no son una especie protegida y se pueden comercializar libremente, sin embargo, debido a que la sustancia utilizada para pintarlos podría resultar venenosa, las autoridades decidieron decomisarlos.
El comunicado emitido por la Profepa no detalla por qué habían sido pintados ni qué hacían en el domicilio particular, pero sí que fueron entregados voluntariamente a los inspectores por la dueña de la casa.
Las 17 tortugas fueron entregadas al parque zoológico Rodolfo Landeros, ubicado en Aguascalientes, para su cuidado y protección, de acuerdo con las autoridades federales.
En el caso de los pericos, en una movilización distinta, los inspectores atendieron la alerta sobre un automóvil cuyo dueño vendía esta especie de frente blanca en la carretera Palenque-Ocosingo, en Chiapas.
En su interior descubrieron 35 aves en bolsas, que fueron decomisadas debido a que el animal está considerado dentro de la clasificación de protección especial, de acuerdo con la norma número 059, que identifica a los ejemplares en riesgo.
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