Me pregunto si hace 100 años alguien se cuestiono las mismas cosas que yo… ¿Cómo será la vida?, ¿Qué cosas que existen hoy, ya habrán desaparecido?¿Qué cosas habrán cambiado para entonces?, ¿La humanidad habrá alcanzado el estatus de ser pensante? o ¿Seguirá siendo el animal más irracional que se jacta de ser el único sensible y razonable?. Si es que así sucedió, es probable que esa persona se quedase como yo… sin respuestas precisas y soñando con que se cumplirá una de esas frases de canciones motivantes “siempre vendrán tiempos mejores”. A ciencia cierta creo que muchos de nosotros vamos por la vida en busca de respuestas, siempre cuestionamos algo, siempre queremos comprobar, etiquetar o saber; y sucede que al final de nuestros días, cuando lo reflexionamos bien, nos damos cuenta que no existían las respuestas, al menos no como las creemos, pues no existen… ni buenas ni malas, lo importante es el camino, la incertidumbre.
Sin embargo no puedo abandonar esa idea ¿Alguien se preguntaría lo mismo que yo? Tomando como base esta referencia quisiera existiera una máquina del tiempo y tener la oportunidad de describirle a ese alguien que hace 100 años al igual que yo, perdía el sueño pensando, “en la inmortalidad del cangrejo”. Perdería el sueño intentando descubrir la situación que vivirán los habitantes de un mundo muy lejano, los pensamientos
que se forman en el transcurso de cien años. Si yo escribiera, le crearía una misiva pidiéndole acciones, suplicaría que cambiara el rumbo de las cosas, y en caso de ser posible, evitar que estas se dieran, mi carta si un día la escribiera le advertiría y en sus líneas entablaría un dialogo más o menos así...
que se forman en el transcurso de cien años. Si yo escribiera, le crearía una misiva pidiéndole acciones, suplicaría que cambiara el rumbo de las cosas, y en caso de ser posible, evitar que estas se dieran, mi carta si un día la escribiera le advertiría y en sus líneas entablaría un dialogo más o menos así...
Hola te hablo a ti… no, no soy una voz extraña que vibra en las cavidades de tu cabeza, no soy producto de tu imaginación, ni un fantasma en pena, soy una persona que vivirá o intentara vivir en el mundo que tu habitas hoy. Quisiera contestar a todas las preguntas que en tu mente están atoradas, pero sé que nunca creerías lo que te digo porque por el estilo de vida que llevas hoy, lo que me propongo describirte es por completo imposible.
Lo peor, lo más terrible será lo que haremos con la naturaleza. La explotaremos sin parar, pues desde el génesis dios manda al hombre a dominar y explotar la tierra, nos sentiremos dueños de este planeta y no respetaremos la vida que en él existe, despilfarraremos las cosas y habrá voces que nos adviertan pero no escucharemos, estaremos así por mucho tiempo y solo reflexionaremos cuando la tierra nos de muestra de su abrumante hastió: los fríos y los calores serán 3 veces más intensos, los mares dejaran de ocupar su lugar original para invadir la tierra firme, no habrá casi arboles y se hablara de entablar guerras por el control del agua. Muchos animales y plantas de los que hoy disfrutas desaparecerán, viviremos 3 veces más enojados y asustados de lo que tú has estado en toda la vida, viviremos inundados de basura y será más fácil encontrar una mina de diamantes que un lugar tranquilo y lleno de aire puro, podría seguirte escribiendo pero se que pensaras que esto no es cierto y que alguien sin duda te esta tomando el pelo. Si yo fuese tu tampoco lo creería, no puede ser que sobrevivamos en lo que describo como el apocalipsis, no puede ser que llegase ya el tiempo en que se clame:
¡Dichosas sean las estériles!- Lo triste de todo esto es que no existen las maquinas del tiempo, y que lo que describo es por completo real, lo mas decepcionante, es que esto nunca llegara a tus manos y no podrás, por mucho que te cuestiones, saber cómo vivimos, no podrás cambiar nuestra historia, ni sospechar lo que vendrá, así que seguirás ahí perdiendo el sueño como hoy lo hago yo, intentando descubrir ¿Y que será del mañana?.
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